En estos últimos tiempos he visto con asombro y mucha tristeza a muchos supuestos alquimistas y seguidores del arte, actuando como una horda salvaje, inquisidora y egocéntrica, con una aterradora falta de bondad sabiduría y humildad, acusándose unos a otros y arrogandose el supuesto saber de la naturaleza, criticar, insultar, amedrentar a otros, pública y privadamente, haciendo caso omiso de las palabras de sabios como por ejemplo Nicolas Valois alquimista del siglo XV quien decía:
"La paciencia es la escalera de los sabios y la humildad la puerta de su jardín"
Verguenza señores.
Mi punto de vista no es el de un adepto, ni de un alquimista, ni de un hijo del arte, ya que no me adjudico ningún pomposo título que no sirve más para ensalzar los ocultos defectos del alma humana. El único que me adjudico en todo caso es el de ignorante que busca dejar se serlo con algo de suerte y la providencia, y evitar así la otra alternativa: la del ignorante que confirma que lo es.
Tampoco voy en busca de supuestos alquimistas, adeptos o maestros que me revelen lo que solo la naturaleza y la providencia pueden proveer por medio de la revelación y la atenta mirada a nuestra gran madre, quien espera dulce y pacientemente a que sus hijos completen y perfeccionen en acto lo que en ella está en potencia.
No me adjudico tampoco el saber que aún no poseo, pero tras el cual, día a día, pacientemente busco y escalo en la voz de nuestra madre y nuestro padre. Y si por la gracia de dios llegara al Donum Dei, ni por asomo me dedicaría a escribir ningún libro sin la voluntad del más grande como herencia de mi propio orgullo y egocentrismo. Menos sabiendo los que otros intentarían hacer con él. Polvo somos señores, polvo somos, arcilla en las manos del creador.
Veo que algunos buscan la materia en el cinabrio, en los sulfuros, las plantas y los metales, lo que la naturaleza provee en tiempo y en forma, de manera abundante pero incompleta para gozo de los sabios y los humildes. El arcano no está en la tierra ni en el agua ni en el aire propiamente dicho, sino en el Mar de los Sabios, sin embargo saber eso, no garantiza sabiduría ni revelación ni logro.
El donum dei es hijo de un padre y una madre, que benevolentemente arrojan sus influencias en el receptáculo del arte, ya lo han dicho otros mejor que yo.
Tampoco es signo de bendición ni de sabiduría, sino de meras manipulaciones de materias muertas, la suprema exposición del ego humano del "arte alquímico" presentado como un triunfo del "secreto" arrancado brutalmente de la naturaleza, sin detenerse a pensar que el efecto de la obra según lo que la misma otorga, es sabiduría, bondad, humildad y clarividencia, más que la inmortalidad, como efectos transformadores del "elixir".
Esos supuestos adeptos, solo aumentan más oscuridad a este mundo, y por ello pueden identificarse como sopladores de la más baja estirpe, ya que se arrogan el conocimiento que no poseen, aumentando más la oscuridad. Más les vale declararse humildes e ignorantes, para que así el arte real se revele en un intelecto despierto y en un alma apaciguada.
Un hombre llamado Elías me hizo reflexionar acerca de algunas cosas de este bendito arte, con las cuales según mi pobre experiencia de neófito, comparto desde aquí y casi hasta el final:
AUNQUE ESTO QUE TE DIRE VA EN CONTRA DE LO QUE DICEN TODOS LOS FILOSOFOS , O
SEA ,"" IMITA A LA NATURALEZA "" , TE ASEGURO DE CORAZON ,
QUE NADA ENCONTRARAS EN LA NATURALEZA QUE SE ASEMEJE AL TRABAJO QUE REALIZARAS
, NI NADA SE COMPORTA EN LA NATURALEZA DE ESTA MANERA , NADA , NADA , NADA
La naturaleza provee los ingredientes, pero nada de lo que viene luego es una imitación de la misma. El que tenga ojos para ver que lea y medite sobre esto.
EN
EL MISTERIO DE LAS CATEDRALES PODRAS LEER
La imagen del laberinto se nos presenta, pues, como emblemático del trabajo
entero de la Obra, con sus dos mayores dificultades: la del camino que hay que
seguir para llegar al centro -donde se libra el rudo combate entre las dos
naturalezas-, y la del otro camino que debe enfilar el artista para salir de
aquél.. Aquí es donde necesita el hilo de Ariadna si no quiere extraviarse en
los meandros de la obra y verse incapaz de encontrar la salida.
Veamos
que nos dice Alexandre Toisiat de Limojon de Saint Didier
... tengo un propósito muy diferente y sólo escribo para vosotros, sabios discípulos
de Hermes y verdaderos hijos del Arte, de manera que mi único fin es serviros
de guía en un camino tan difícil de andar sin perderse. Nuestra práctica es en
efecto un camino en la arena, donde hay que orientarse por la estrella del
Norte, más que por las huellas que pueden verse impresas en él. La confusión de
los rastros, que un número casi infinito de personas dejaron en él, es tan
grande y se encuentran tantos senderos diferentes, que llevan casi todos a
horribles desiertos, que es casi imposible no desviarse del verdadero camino,
que sólo los sabios favorecidos por el Cielo supieron felizmente descubrir y
reconocer. Esta
confusión detiene en seco a los hijos del arte, a unos desde el principio, a
otros en la mitad de este camino Filosófico, y a algunos incluso cuando se
acercan al término de este penoso viaje y empiezan a descubrir el final feliz
de su empresa, pero que no se dan cuenta de que el poco camino que les falta
por hacer es el más difícil. Ignoran que los envidiosos de su dicha excavaron
fosos y precipicios en medio del camino y que si no conocen los rodeos
secretos, con los que los sabios evitan estas peligrosas trampas, pierden
lamentablemente toda la ventaja que habían conseguido, al mismo tiempo que se
imaginan haber superado todas las dificultades.
Veamos
que nos dice Fulcanelli
Pocos filósofos han osado aventurarse por este terreno resbaladizo. Etteilla ,
al hablarnos de un cuadro hermético que debió de tener en su poder, nos
transmitió algunas inscripciones que figuraban al pie de aquél; entre éstas,
leemos, no sin sorpresa, este consejo digno de ser seguido: No os fiéis
demasiado del color. ¿Qué quiere decir esto" ¿Acaso los viejos autores
engañaron deliberadamente a sus lectores? ¿Y con qué indicaciones deberían los
discípulos de Hermes sustituir los colores rebeldes para reconocer y seguir el
camino recto?
Así
captaréis mejor el apóstrofe que Tollius dirige a los alquimistas esclavos de
la letra:
«Id, marchaos, vosotros que buscáis con extremada aplicación vuestros diversos
colores en las redomas de vidrio.
Vosotros, que fatigáis mis oídos con vuestro cuervo negro, estáis tan locos
como aquel hombre de la antigüedad que tenía la costumbre de aplaudir en el
teatro, aunque estuviera solo en él, porque siempre se imaginaba tener ante los
ojos algún nuevo espectáculo. Lo mismo hacéis vosotros, cuando vertiendo
lágrimas de gozo, os imagináis que veis en vuestras redomas la blanca paloma,
el águila amarilla y el faisán rojo. Id, os digo, y alejaos de mí, si buscáis
la piedra filosofal en una cosa fija; pues ésta no penetrará los cuerpos
metálicos más de lo que podría penetrar el cuerpo humano las más sólidas
murallas...
-
Veamos que nos cuenta Flamel
... sin embargo, quiere entender lo mas sutiles conceptos de los filósofos, que
muy celosamente lo han escrito para aquellos que ya poseen estos principios que
no se encuentran en ningun libro porque es cosa de Dios que se los revela a
quien le place, o se los hace enseñar a viva voz y por tradición cabalística, a
un maestro; y eso pasa raras veces. Entonces hijo mío (te puedo llamar así
porque soy muy viejo, y porque eres hijo de la ciencia), que Dios te deje
aprender y luego trabajar para su gloria. Escúchame atentamente y no sigas
adelante si ignoras los principios de que acabo de hablar.
-Veamos
que nos dice Ireneo Filaleteo
Pero nosotros que conocemos ésto y que hemos trabajado, sabemos con certeza que
ningún trabajo es más fastidioso que nuestra primera preparación. Por esto,
Morien advierte seriamente al Rey Calid diciendo: muchos sabios se han
lamentado del fastidio que causa esta operación. No quiero que se entienda ésto
en sentido figurado, puesto que no considero las cosas tal como aparecen en el
comienzo de la obra sobrenatural, sino tal como las encontramos desde el
principio. Disponer con habilidad la materia, dice el Poeta, he aquí el
trabajo, la obra. Y añade: Uno (Jasón), desde una cima conocida te muestra el
Toisón de oro. El otro (Hércules) cuanto trabajo has de padecer para consumir
esta impureza que está sobre la masa pesada y bruta.
Ésto es lo que ha hecho decir al célebre Autor del Secreto Hermético que el
primer trabajo es un trabajo de Hércules.
..... Para ello se requiere:
Primero la provisión (comparatio), la preparación y la adaptación exacta de los
ingredientes que entran en la obra.
Segundo, una buena disposición exterior.
Tercero, preparadas así las cosas, se requiere un buen régimen.
Cuarto, hay que conocer de antemano los colores que aparecen en el transcurso
de la obra, para no proceder a ciegas.
Quinto, paciencia, para que la obra no sea llevada apresuradamente y con
precipitación.
... la verdadera sabiduría se guarda a sí misma en honra eternamente.
... No habiendo osado tomar el cuidado de nuestra familia, erramos vagabundos
de nación en nación sin obtener ninguna morada segura. Y aunque lo poseemos
todo, debemos contentarnos con poco.
... He encontrado al mundo en un estado tan corrompido que no se encuentra
prácticamente nadie entre los que se dan una imagen de hombre honesto o que
anuncian su amor al bien común, en quien la finalidad personal última no sea un
interés sórdido e indigno. Y ningún mortal puede hacer nada en la soledad, ni
siquiera obras de misericordia, sin poner en peligro su vida. Conozco
a varios que poseen el arte y conocen sus verdaderas llaves; todos ellos desean
el más estricto silencio. Por mi parte, la esperanza que tengo en Dios me hace
pensar de otro modo. Por ello he escrito este libro, del que ninguno de mis
hermanos los adeptos (con los que estoy diariamente en comunicación) saben
nada.
Has de saber, pues, que esta es la única dificultad que existe en los libros de
los hombres más sinceros: que todos dan variantes a propósito de un solo
régimen, y cuando hablan de una operación, enseñan el régimen de otra, lo que
me ha envuelto durante largo tiempo en una red, antes de poder desembarazarme
de sus mallas. Por ello declaro que el calor ha de ser, en nuestra obra, lo más
suave posible para la naturaleza, si has comprendido correctamente nuestra
manera de operar.
Por lo que casaron a estos dos cuerpos, los encerraron en un vaso de vidrio y
los colocaron sobre el fuego y dirigieron el resto de la obra durante un largo
periodo, como lo exige la naturaleza.
Veamos
que nos dice La turba de los Filosofos
Basem dijo: No podréis alcanzar el fin sin iluminación, sin paciencia y sin
tener el coraje de esperar; pues quien no tenga paciencia no entrará en este
Arte. ¿Creéis vosotros que podríais entender nuestra materia a la primera, a la
segunda o a la tercera vez?
... Por.tanto ¿Cómo pretendéis tener el fruto de este Arte en un tiempo tan
escaso?
SIRUS
dijo :
Pero los locos toman nuestras palabras al pie de la letra, sin entender el qué
ni el porqué, lo que debieran hacer es mirar si nuestras palabras son
razonables y naturales y entonces, si son razonables y naturales, deben
aceptarlas, pero si no son razonables deberán investigar cual es nuestra
intención (oculta) y no limitarse tan sólo a las palabras.
-
Veamos que nos dice Emmanuel d'Hooghvors
La mayoría de los alquimistas no han sido más que usurpadores de este título,
sopladores de carbón, como se decía antes.
-
Esto es de la cosecha del señor Elías
- QUIERO DECIRTE QUE HA MEDIDA QUE AVANZES EN LA OBRA Y VEAS LAS COINCIDENCIAS
DE LO QUE ESCRIBIERON LOS FILOSOFOS CON RESPECTO A LO QUE TU OBSERVAS , TE
SENTIRAS TENTADO CONTINUAMENTE DE ESCRIBIR UN LIBRO DE ALQUIMIA , NO LO HAGAS,
NO LO HAGAS.
NO LEAS LIBROS DE ALQUIMISTAS MODERNOS, NO LOS LEAS, SOLO AGREGARAN PIEDRAS AL
CAMINO,ACUERDATE LO QUE TE DIGO,EL LIBRO QUE DESEAS ESCRIBIR , LO HARAS AL
HACER LA OBRA Y SERA SOLO PARA TI, SOLO PARA TI , NO ES BUENO PARA NADIE QUE
AQUEL QUE NO EXPERIMENTO LA OBRA , ESCRIBA NADA.
CUALQUIERA QUE LEYERA O LEYESE DURANTE UN TIEMPO CORTO TEXTOS ALQUIMICOS , ESTA
EN CONDICIONES DE ESCRIBIR UN TEXTO ALQUIMICO, (YA QUE LA OSCURIDAD DE LOS
ESCRITOS ALQUIMICOS SE ASEMEJA MUCHO AL IGNORANTE QUE ESCRIBE ,CON POCO
CONOCIMIENTO PRACTICO DE LO QUE ESTA OBRA ES Elias el Inmortal ) PERO ESTO , NO
HACE VERAZ Y SINCERO A ESTE LIBRO, SINO LO TRANSFORMA EN UN PRECIPICIO PARA LOS
BUSCADORES .
- Veamos que nos cuenta Flamel
Podría ofrecerte muy claras comparaciones y explicaciones sobre este cuerpo,
alma y espíritu, pues para ello tendría que decir cosas que Dios se reserva
revelar a los que son temerosos de El y que lo aman, y que por lo tanto, no
deben ser escritas.
Debo decir en honor a la verdad, que si algún texto, obra o palabra decidiera seguir, sería de dos personas: una con un intelecto lúcido y enorme sentido común, al que le estoy en deuda por "algunos" conceptos. Es sin lugar a dudas Rhoend, a quien respeto en muchos, aunque no en todos sus accionares. Curiosamente el "premio" a su "caritatividad" fue la traición de algunos de sus "discípulos" predilectos.
El otro, debido a que lo conozco personalmente, y doy fé de su inteligencia, bondad, caridad y don de gente, y de su honestidad, es Vasilius. Lamento a veces que su caridad al hablar y escribir de claves del arte, le haya provocado problemas de sopladores inferiores a él.
Aclaro que ninguno de ellos es maestro mío, no tengo maestros, sino que busco y "a veces" encuentro en la providencia, en el sentido común y en el altísimo, la revelación y la bendición de mis trabajos.
Por sus frutos los conocereis señores, por sus frutos los conocereis
Paciencia fe perseverancia y humildad, un código moral, espíritu abierto, lúcido y sutil, y sobre todo bondad, además de conocimiento, es el decálogo de un amante real del arte
El saber de un filósofo tampoco está ajeno.
Siguiendo este razonamiento, no aumentaré la ignorancia presentando videos, textos y fotos, ni, luego de esto, comentar a otros adeptos antiguos, aumentando la oscuridad que ya es grande. Algunos dirán... "no lo haces porque no sabes". En todo caso respondo..."no lo hago tal vez porque evito también hacer el mismo mal que ustedes producen".
Una última y caritativa sugerencia a los verdaderos y humildes buscadores de la sabiduría del arte: "no pongan en el altar de la adoración o del adeptado a otros que no sean el eterno o la naturaleza"
Un saludo y gracias señor Elias por tanta sabiduría y sentido común