domingo, 16 de marzo de 2014

ALGUNOS CONCEPTOS ALQUIMICOS APLICANDO LA CABALA



Etimología de Salamandra: gremio de la sal
Mandra mandrágora: gremio maligno
Encina/Roble: conocimiento, también aplicado al disolvente Universal
Uroboros: serpiente, dragón sin alas, materia única de la obra y único proceso. Se trata de un proceso circular, también al ser la alquimia un proceso operativo y por otro lado esotérico (me refiero al trabajo interno del alquimista, es el solve et coagula, la destilación, la conciencia centrada en sí misma, la vigilancia, el eterno retorno, la recurrencia tal y como la definió Gurdjieff.
Spiritus Mundi: Una misteriosa fuerza a la que los alquimistas llaman "spiritus mundi" "universal" "baraka" "ruh" o simplemente "dynamis", empuja irremediablemente al estado "sulphur", llegado al máximo de coagulación posible, hacia la disolución, hacia la pérdida paulatina de toda cohesión, hacia el Caos. Esta entropía, empero, se halla compensada por un proceso contrario que anida en lo más íntimo del estado mercurial y que se comporta como el principio de coagulación. Si al extremo mercurial le llamamos Muerte, al extremo sulfúreo habremos de identificarlo con el nacimiento, de modo que cada uno de los dos extremos presenta en lo más íntimo de su naturaleza, una irresistible querencia hacia el polo contrario. Podría decirse sin herir a la verdad, que en el seno del Mercurius habita el germen del sulphur y que en el corazón del sulphur se halla el primer ente del Mercurius, ley universal que explica la dinámica de toda la Creación y que en el caso del drama humano se traduce en la certeza de que vida y muerte forman parte de un único y necesario proceso, de una cadencia, de una simetría dinámica impuesta por el mismo Espíritu Universal desde el principio de los tiempos.
Los estados extremos que acabamos de definir, se completan con un tercer elemento al que Basilio Valentín dio el nombre de "Sal". El estado salino es por definición un estado intermedio, producto del choque violento entre el sulphur y el mercurius. La sal tiene a su vez la propiedad de detener temporalmente la dinámica del espíritu Universal apresándolo en una suerte de red o malla cristalizada. El fenómeno de la cristalización fue por eso, estudiado con especial atención por espagíricos y alquimistas, habida cuenta de que suponía por una parte un instrumento natural capaz de frenar la entropía y por tanto capaz de alargar la vida física y por otra un modo de manipular informaciones energéticas altamente sutiles e incluso de atrapar en la red adecuada al mismísimo motor del Universo: el Spiritus Mundi.
Sabedor el espagirista de que el conjunto de fuerzas o modulaciones del Espíritu Universal que actúan sobre su paciente es el mismo que actúa en toda manifestación de la Naturaleza, se aplicará en seguida a utilizar esas mismas fuerzas para la confección de su remedio haciendo uso de la ley de las signaturas y de la aplicación del Algebra sagrada. Un procedimiento al que llamamos "ritmificación" ajustará la dosis y la frecuencia del remedio al diapasón biológico del paciente y al ritmo conveniente del sol y de la Luna. Este ajuste a los ritmos del Universo es de especialísima importancia en nuestra ciencia, tanto a la hora de aplicar un preparado como a la de confeccionarlo. En realidad, la ritmificación no es sino la expresión consciente de la Simetría, y por ende, la alineación consciente con el Nous u Orden frente al Caos o tendencia entrópica. Exactamente el mismo sentido tiene el ordenamiento del tiempo sagrado respecto a la posición del sol en las plegarias rituales del Islam y en algunas fiestas del antiguo calendario cristiano. En este sentido, podríamos decir que rezar es ritmificar el espíritu del hombre, ordenar el alma y la voluntad con el Nous y frente al Caos, de modo que, visto así, el afirmar el rol espiritual y el carácter sacerdotal de la espagiria como Teurgia, cobra todo su sentido.


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