DEL FUEGO SECRETO, DEL CONTROL DE LOS FUEGOS, DEL ROSARIO DE LOS FILOSOFOS Y DE LA EXTRAÑA ENERGÍA DEL ORO

Calcinatio         Aries    Ϫ         arder hasta obtener el calcometal

Congelatio       Tauro               cristalización en la retorta

Fixatio              Geminis           fijación

Solutio             Cancer             solución, licuación

Digestio           Leo                   disolver, dividir

Distillatio         Virgo                destilar, destilación de reflujo

Sublimatio       Libra                purificación por fuego sin licuación

Separatio         Escorpio         separación

Ceratio             Sagitario         dar consistencia de cera, ablandar

Fermentatio     Capricornio    fermentación

Multiplicatio     Acuario          aumento, multiplicación de masa

Projectio          Piscis      proyección del elixir sobre masa metálica

Cuatro grados del fuego

1-   Calor de fiebre

2-   Calor del sol de mediodía sobre el tejado

3-   Calor de brasas y cenizas

4-   Fuego en llamas

 

 

Von Bernus menciona otra vía en la que el sol, mediante un espejo dirigido hacia un alambique, produce el llamado polvo solar (pulvis solaris), junto con el agua filosófica, que evaporada deja una sal roja. Después puede prepararse el elixir.

Comenta también que en el Antiguo Egipto, esta técnica es posible que fuera llevada a cabo por los iniciados.

Elías describe el proceso de una manera parecida: el salnitre celestial, este espíritu celestial, puede ser capturado y materializado, con la luz solar mediante un gran espejo, en forma de una sal blanca. (Ver. Salamandra de Lissieux y el Mutus Liber).

Destaca también que los alquimistas quisieron usar el Sol para su trabajo. Andreas Libavius describe dispositivos de destilación que funcionaban con energía solar.

Los alquimistas creían que una transmutación  podía conseguirse de una manera rápida con mucha energía ( en principio, la vía que siguen los físicos nucleares), o lentamente, con menos energía. Por eso la Piedra Filosofal fue considerada como un tipo de fermento que aceleraba el proceso de maduración de los metales.

Étienne-Francois Geoffroy (1672-1731), miembro de la Academia de París, escribió en 1722 que era posible realizar una transmutación. En el oro hay una especie de “extracto áureo”, el azufre del oro. El auténtico aurum potabile u oro potable preparado por los alquimistas era considerado como la panacea universal y como elixir de la vida. Sin embargo Retschlag cree que el aurum potabile no deriva de aurum (oro), por lo que no se trataría en absoluto de oro bebible, sino de la palabra griega aour (luz) y que, por consiguiente, significa luz o fuerza vital bebible, análoga a prana, od u orgón.