domingo, 31 de agosto de 2014

LA CRUZ DE HENDAYA

Esta modesta cruz de piedra se ubica en Hendaye, una región de Francia fronteriza con España, junto a la iglesia de San Vicente. Históricamente esta localidad es conocida por ser el punto donde se entrevistaron Hitler y Franco en 1940.

Esta sencilla pero curiosa cruz, según los expertos, predice que el Apocalipsis será en la fecha próxima del 2012, y constituye por sus decoraciones simbólicas, un singular monumento del milenarismo primitivo. El origen es totalmente desconocido, nadie sabe con certeza la antigüedad de esta columna, pero se estima la época de su construcción entre los siglos XVII o XVIII.

Desde tiempos de antaño, esta singular construcción cautivó a varias personas, una de ellas, un alquimista llamado Fulcanelli, quien también se ve envuelto en un velo de misterio. Fue un autor desconocido de libros de alquimia, llegándose a pensar que era el nombre bajo el cual se ocultaba un grupo de alquimistas. Sin duda el libro más conocido fue "Las moradas filosofales", por ser considerado un libro base para conocer estas ciencias ocultas. Este personaje fue mencionado por Jacques Bergier, quien formó parte de la inteligencia de los aliados, en su libro "El retorno de los brujos". Ahí se menciona que Fulcanelli fue perseguido por los servicios aliados, entre las dos Guerras Mundiales, ya que se creía que poseía conocimientos de cómo funcionaba un reactor nuclear. Nunca fue encontrado, por lo que se dice que los servicios de inteligencia, recopilaron todo escrito referente a la alquimia.

Debo recordar que según la esposa de Einstein, él frecuentaba libros de alquimia, por lo tanto hasta a los grandes genios, les intrigaba el tema. Durante uno de sus viajes, Fulcanelli, se encontró con esta cruz, publicando sus estudios de los simbolismos y revelaciones cataclísmicas en su obra "El misterio de las catedrales".
En su penúltimo capítulo nos habla del oscuro artífice y sus imágenes que encierran una ciencia profunda y conocimientos astronómicos.

Este mensaje fatalista se encuentra codificado en el pedestal de la columna y la propia cruz. En cada una de las cuatro caras del zócalo, existen distintos símbolos: en el primer frontal aparece la imagen del sol con rostro humano con 16 rayos, rodeado de cuatro estrellas con tres puntas; en el siguiente, se representa a la luna menguante con rostro humano; la tercera cara muestra una estrella de ocho puntas, que podría significar la regeneración o Venus; y en la última, está grabado un círculo ovalado, dividido perfectamente en cuatro, donde en cada espacio aparece una letra A, representando las cuatro eras de la humanidad: Oro; Plata; Bronce; y la de Hierro, es nuestra actualidad.








En el brazo transversal de la cruz, están esculpidas en relieve y en dos líneas paralelas, la siguiente inscripción:


O C R U X A V E S
P E S U N I C A









Ciertamente se asemeja a una frase típica de su tiempo: "O crux ave spes unica", que significa"La cruz es la única esperanza". Pero la inscripción hace una separación notable entre las palabras y Fulcanelli predice que el autor del tallado hizo ésta diferencia a propósito, para darnos a entender otro significado. Por ejemplo la letra S, se considera el rastro helicoidal del sol llegando al punto culminante en su curva a través del espacio, al producirse la catástrofe cíclica. Además la S, adopta la forma de una serpiente, lo que se atribuye a un simbolismo que representa a la bestia del Apocalipsis: un dragón que vomita, en los días del Juicio Final, fuego y azufre sobre la creación macrocósmica. Gracias al valor simbólico de la letra S, desplazada adrede, comprendemos que la inscripción debía expresarse en lenguaje secreto, a través del latín, lengua de los diplomados.


Esta inscripción también corresponde al anagrama latino "Orcus ave pus e canis", que significa Señor de los Muertos. La palabra Orcus equivale a Osiris, por lo tanto una posible traducción sería"Destrucción Cíclica, salve desde el Can", tomando en cuenta que O Crux, se entiende simbólicamente como una destrucción cíclica. Si comenzamos a unir los legados de distintas culturas, nos daremos cuenta que "Sirio", se ha encontrado en todas las religiones de la antigüedad, en especial por los egipcios, quienes lo asociaban al Dios-Hombre Osiris (Señor de los muertos).
El haber separado la palabra "Pes", que significa pie, nos da a entender que en la base de la cruz, se descifra la fecha del fin del mundo.

Al reverso de la cruz también existe otra inscripción: INRI ("Iesus Nazarenus Rex Iudeorum", Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos). Sin embargo Fulcanelli le da otro significado "Igne Natura Renovatur Integra", que significa "La Naturaleza se Renueva íntegramente en el Fuego", porque es por medio del fuego que será puesto a prueba nuestro mundo.

¿Pero cómo esto lo relacionamos a la fecha del 2012? Hoy en la actualidad, el trabajo de Fulcanelli fue estudiado por dos especialistas en ciencias esotéricas: Jay Weidner y Vincent Bridge, quienes dedujeron que el fin de los tiempos tendría lugar tal año, ya que los grabados en el pedestal de la cruz podrían significar que cuando el Sol, la Luna y las estrellas se alineen, llegará el fin de los tiempos. Ellos plantean como esencial: "Su simbología revela una época de destrucción sobre un periodo de veinte años antes de comenzar con el equinoccio de otoño de 2002, cuando la alineación planetaria y solar forme una cruz de ángulos rectos. El punto culminante se sitúa en el solsticio de invierno de 2012". Estos investigadores plantearon su teoría, en la publicación de "Los misterios de la Gran Cruz de Hendaia".

Algo singular relacionado a su teoría, es que durante el siglo XXI, se aproxima el tránsito del planeta Venus por delante del sol, visto desde la tierra, lo que significa que estos tres cuerpos se encuentran alineados. Este suceso de Venus, se divide en cuatro tránsitos de un periodo de 243 años, con intervalos entre cada uno de 105,5; 8; 121,5 y 8 años. Se suelen considerar los "pares" de tránsitos que se producen en un intervalo de 8 años. Esto tiene total relación al recordar que en la cruz de Hendaye, el símbolo del sol se encuentra opuesto a la estrella de Venus. Este evento tendrá lugar el próximo 6 de junio de 2012 y se apreciará un disco circular muy negro.

En conclusión la Cruz Cíclica de Hendaya se podría considerar una declaración de la Piedra Filosofal, ya que presenta el éxito de un alquimista desconocido, pero también forma parte de un aviso sobre los acontecimientos mundiales que nos han afectado y pronto afectarán nuestro planeta lo que implica que podriamos estar viviendo los ultimos dias de nuestro mundo, antes de que la naturaleza se "destruya o renueve" totalmente a través del Apocalipsis.

Según el mismo Fulcanelli en “ El Misterio de las Catedrales “ :

" La cara anterior de la cruz - aquella en que los tres horribles clavos fijaron en la madera maldita el cuerpo del dolorido Redentor - aparece definida por la inscripción INRI, grabada en su brazo transversal. Corresponde a la imagen esquemática del ciclo que vemos en la base. Tenemos, pues, aquí, dos cruces simbólicas, instrumentos del mismo suplicio: arriba, la cruz divina, ejemplo del medio escogido para la expiación; abajo, la cruz del globo, determinando el polo del hemisferio boreal y situando en el tiempo la época fatal de esta expiación.
Dios Padre tiene en su mano este globo rematado por el signo ígneo, y los cuatro grandes siglos - figuras históricas de las cuatro edades del mundo - representan con el mismo atributo a sus soberanos: Alejandro, Augusto, Carlomagno, y Luis XVI (1). Esto es lo que enseña el epígrafe INRI, traducido esotéricamente por Iesus Nazarenus Rex Iudeorum, pero que toma prestada de la cruz su significación secreta: Igne Natura Renovatur Integra. Porque es por medio del fuego y en el fuego mismo que pronto será puesto a prueba nuestro hemisferio. Y, de la misma manera en que, por medio del fuego, se separa el oro de los metales impuros, nos dice la Escritura que serán separados los buenos de los malos en el día grande del Juicio Final." 


Hay que remontarse a mediados de los años veinte del siglo pasado para encontrar el origen de esta teoría, cuando un apasionado de la alquimia y los mensajes secretos, que firmaba sus libros bajo el seudónimo de Fulcanelli, descubrió la cruz en uno de sus viajes. La primera referencia a ella apareció en 1957, en su obra El Misterio de las catedrales. El remate de estas conjeturas llegó en 1999 de la mano de dos especialistas estadounidenses en ciencias esotéricas, Jay Weidner y Vincent Bridge, quienes dedujeron a partir de las notas del alquimista galo que el gran cataclismo sobrevendría en 2012. Sus conclusiones se publicaron en el volumen Los misterios de la Gran Cruz de Hendaia, cuyas exitosas ventas en Estados Unidos obligaron a reeditarlo.


Pero analicemos el mensaje parte por parte:


Artesano
Cosmografía
Fulcanelli, cuyo verdadero nombre se cree que era Jean-Julien Champagne, un burgués inmerso en la bohemia parisina, describe que la decoración del pedestal de la cruz "muestra el más singular monumento del milenarismo primitivo, la más rara forma que jamás hayamos encontrado". "El oscuro artesano de estas imágenes encarnaba una profunda ciencia con unos reales conocimientos de cosmografía", concluye el singular personaje galo. ¿Dónde se refleja el inquietante mensaje interpretado por Fulcanelli? La clave está en los singulares dibujos de la base y la inscripción tallada en la propia cruz. El zócalo presenta cuatro caras. En una se representa un sol con cara humana con 16 rayos, que recuerda al sol de los incas, encuadrado en un círculo.

Está rodeado por cuatro estrellas de tres brazos y presenta una expresión severa. Otra cara acoge una luna de perfil en decreciente, también con rostro humano. El tercer frontal refleja una sola estrella con ocho extremos, que simboliza la plenitud y la regeneración, y que podría ser el planeta Venus. La última parte acoge un círculo ovalado dividido en cuatro partes donde en cada una aparece la letra A, y que representa las cuatro edades de la Humanidad: La de Oro, donde las personas vivían en perfecta armonía con la naturaleza; la de Plata, cuando el hombre se protege, trabaja y sufre; la de Bronce, momento en el que los humanos se vuelven feroces y luchan con otros hombres; y la de Hierro (la nuestra), que es la de la posesión, la dominación y la violencia y las guerras. Este es el último periodo antes de que la Naturaleza se renueve totalmente a través del Apocalipsis.


Destrucción
Eclipse

Eclipse Estos grabados significan que cuando el Sol, la Luna y las estrellas se alineen bajo el mandato de Dios llegará, según los autores norteamericanos, el "fin de los tiempos". Los razonamientos de ambos investigadores para llegar a esta conclusión requieren, además de conocimientos esotéricos, ciertas dosis de fe. "Su simbología revela una época de destrucción sobre un periodo de veinte años antes de comenzar con el equinoccio de otoño de 2002, cuando la alineación planetaria y solar forme una cruz de ángulos rectos.

El punto culminante se sitúa en el solsticio de invierno de 2012", sostienen en su obra, a partir de complejos cálculos astronómicos. Curiosamente, dentro de cinco años tendrá lugar el 6 de junio, un tránsito de Venus frente al sol que oscurecerá el astro rey, un fenómeno infrecuente. La tenebrosa hipótesis se redondea con la confusa inscripción en latín de la cruz que debería decir O crux ave spes unica (La cruz es la única esperanza). Sin embargo, la frase aparece tallada en dos bloques: Ocruxaves y Pesunica. Según Fulcanelli, el grabador escribió erróneamente la frase de forma voluntaria para esconder varias claves. Por un lado, la X de la palabra crux en pleno centro de la primera línea, se sitúa justo debajo de la cruz de San Andrés que está en la cúspide de la propia cruceta. Podría ser un primer guiño para descifrar el enigma tallado en la piedra.

'pes'
Juicio Final

La S de Ocruxaves está algo separada del resto de la palabra. Fulcanelli atribuye a esta letra la forma sinuosa de la serpiente, símbolo esotérico de la bestia del Apocalipsis. Abajo, la palabra comienza por Pes, en latín pie, lo que daría a entender que los dibujos de la base revelarían la fecha del Juicio Final. Al otro lado de la cruz aparece el conocido acrónimo INRI (Iesus Nazareus Rex Iudaeorum), aunque Fulcanelli explica que pueden ser las iniciales de Ignis Naturam Renovat Integram (El Fuego Renueva Totalmente la Naturaleza).

El autor parisino va más allá al recordar que en hebreo YNRY son las iniciales de Yam Nur Ruach Yebshas (Agua, Fuego, Aire y Tierra), los cuatro elementos de la creación de la humanidad. Las hipótesis del alquimista francés y los investigadores sólo podrán conocerse cuando llegue 2012.
Dicen los más escépticos que si el fin del mundo, como se están hartando de contarnos los estudiosos del Calendario Maya, llega en la noche del 21 de diciembre de 2012, en el Bidasoa nos pillará comiendo un talo con txistorra y bebiendo sidra; sin embargo, , la clave podría estar también en el Bidasoa, en concreto en la base de una discreta cruz,  junto a la iglesia de San Vicente de Hendaia.
Cruz de Hendaia junto a la Iglesia de San Vicente
El autor de la teoría es un escritor que en 1957 referenciaba la cruz y que firmaba sus libros sobre alquimia y mensajes ocultos con el seudónimo de Fulcanelli. El despropósito vendría en 1999 cuando dos especialistas estadounidenses en ciencias esotéricas, Jay Weidner y Vincent Bridge, mezclaban los escritos de Fulcanelli con el supuesto cataclismo universal del 2012 y convertían en un best seller en Estados Unidos su libro “Los misterios de la Gran Cruz de Hendaia”.
La Cruz que originariamente debió estar en el cementerio de nuestra ciudad vecina, podría ser anterior al siglo XVI. En el brazo transversal de la cruz aparece la inscripción esculpida en relieve y en dos líneas paralelas:

O C R U X A V E S
P E S U N I C A

La S de Ocruxaves está algo separada del resto de la palabra. Fulcanelli atribuye a esta letra la forma sinuosa de la serpiente, símbolo esotérico de la bestia del Apocalipsis. Al otro lado de la cruz aparece el conocido acrónimo INRI (Iesus Nazareus Rex Iudaeorum), aunque Fulcanelli explica que pueden ser las iniciales de Ignis Naturam Renovat Integram (El Fuego Renueva Totalmente la Naturaleza) e incluso recuerda que en hebreo YNRY son las iniciales de Yam Nur Ruach Yebshas (Agua, Fuego, Aire y Tierra), los cuatro elementos. Según el autor, llama la atención la colocación deliberada en la talla como un signo puesto adrede, disimulado bajo el aspecto de una torpeza inexplicable y destinada a despertar la curiosidad del observador. Esta inscripción también corresponde al anagrama latino “Orcus ave pus e canis”, que significa Señor de los Muertos. El haber separado la palabra “Pes”, que significa pie, da a entender que en la base de la cruz, se descifra la fecha del fin del mundo. Incluso, hay quien habla de que el mensaje podría situar el lugar de salvación del Juicio Final, allá donde estuviera situada la Cruz.

La peana de la controversia de la Cruz de Hendaya

Este mensaje fatalista se encuentra codificado en el pedestal de la columna y la propia cruz. En cada una de las cuatro caras del zócalo, existen distintos símbolos: en el primer frontal aparece la imagen del sol con rostro humano con 16 rayos, que recuerda al sol de los mesoamericanos, encuadrado en un círculo y rodeado de cuatro estrellas con tres puntas; en el siguiente, se representa a la luna menguante con rostro humano; la tercera cara muestra una estrella de ocho puntas, que podría significar la regeneración o Venus; y en la última, está grabado un círculo ovalado, dividido perfectamente en cuatro, donde en cada espacio aparece una letra A, representando las cuatro eras de la humanidad: Oro; Plata; Bronce; y la de Hierro, último periodo antes de que la Naturaleza se renueve totalmente a través del Apocalipsis. Fulcanelli describe que la decoración del pedestal de la cruz “muestra el más singular monumento del milenarismo primitivo, la más rara forma que jamás hayamos encontrado. El oscuro artesano de estas imágenes encarnaba una profunda ciencia con unos reales conocimientos de cosmografía”.
Según los autores americanos estos grabados significan que cuando el Sol, la Luna y las estrellas se alineen llegará el “fin de los tiempos”. Según explican en su libro “su simbología revela una época de destrucción sobre un periodo de veinte años antes de comenzar con el equinoccio de otoño de 2002, cuando la alineación planetaria y solar forme una cruz de ángulos rectos. El punto culminante se sitúa en el solsticio de invierno de 2012″.
Dentro de excasamente año y medio, comprobaremos si tenían razón. Si no, como en 1999 cuando fallo estrepitosamente Nostradamus, o con el “efecto 2000”, o con la puesta en marcha del acelerador de partículas que iba a destruir la Tierra con un agujero negro.Es ahora cuando yo me pregunto,  ¿sabrá Fulcanelli y los dos americanos que en Sara existe una cruz con la misma peana, como hecha en serie. Eso si, bastante peor conservada?.
Quizá, para entender el mensaje que Fulcanelli nos deja al abordar el misterio de la Cruz de Hendaya debamos recordar a Gustav Meiyrink refiriendose a su obra acerca del judío errante, en la cual nos dice:
“Sí lo ves como un hombre, es que no has despertado aún. Pero si lo ves como un símbolo sagitario en el cielo estrellado, sabe entonces que has sido elegido como hacedor de milagros.”
Si pensamos acerca del anagrama INRI, Fulcanelli nos da una clave capital:
Igne Natura Renovatur Integra", que significa "La Naturaleza se Renueva íntegramente en el Fuego", porque es por medio del fuego que será puesto a prueba nuestro mundo.
Ya es conocido por la mayoría de la humanidad, que la actividad solar alcanzará su ciclo máximo en 2013, , donde surgirán fenómenos como eyección de masa coronal, tormentas geomagnéticas que podrán dejarnos en la edad de piedra, (una buena manera de renovar nuestra civilización) o quemar al planeta.
Durante la madrugada del miércoles 11 de mayo,se observó la “reunión celeste” de los planetas Venus, Júpiter, Mercurio y Marte, sobre la constelación de “Los Peces”, los cuales se alinean con la Tierra de manera casi perfecta, de forma rasante, cerca del Sol.
Paralelamente, luego de esta fecha vemos también como la actividad volcánica aumenta. En este momento asistimos al resultado de la erupción del volcán Puyehué, que emitió una nube de cenizas que afectó en mayor o menor grado a todo el país.

Pero como todo mensaje, tiene diferentes niveles de interpretación:
La Cruz Cíclica de Hendaya se podría considerar una declaración de la Piedra Filosofal, ya que presenta el éxito de un alquimista desconocido. En hebreo YNRY son las iniciales de Yam Nur Ruach Yebshas (Agua, Fuego, Aire y Tierra), los cuatro elementos. El fuego del que nos habla Fulcanelli, el elemeno que destaca, hace una referencia cierta al “ Fuego Secreto”, el cual, según la alquimia es a la vez un elemento propio de la piedra y además un componente externo, cósmico.
No se trata solo de trasmutaciones metálicas, sino de una filosofía que encara la unidad de la materia y la posibilidad de transmutar el hombre y el cosmos.
                       
Además el YNRY nos muestra la clave cabalística:

Yod: La décima letra-fuerza es el Yod. En el Yod es una fuerza que actúa desde nuestro interior y que, por lo tanto, nos da la posibilidad de crear todas las cosas.  Yod representará la incorporación del pensamiento divino en nuestro organismo físico. A nivel de elementos, el Yod es el aire en su fase de creación y transformación interna. A nivel de fenómenos naturales, el Yod representa la fase en que las semillas del pensamiento, transportadas por el aire, son aspiradas por los pulmones e incorporadas al organismo físico. En el ciclo zodiacal, el Yod representa el signo de Acuario y de ese signo hereda el poder creador que permite construir en la Tierra los modelos edificados en el cielo. Nombre: mano, empujar. El secreto del espacio; Empujar – el principio de acción y reacción. La naturaleza ondulatoria de la radiación. La Leche de Virgen, el agente secreto o rocío de mayo.

Nun: significa el período en que estas semillas germinan en la tierra, dando lugar a la implantación y fortalecimiento de lo material. En el Noun las edificaciones ya habrán sido hechas y el hombre habrá elegido su propio recinto, viviendo en él su plena individualidad. Ahora se encuentra totalmente separado de la vida cósmica, a la máxima distancia posible de la unidad divina. El Noun representa la mitad del camino; representa el punto máximo en que el individuo puede separarse la unidad primordial, ya que a partir de ese punto se producirá el retorno hacia la unidad. En el ciclo zodiacal, el Noun corresponde al signo de Tauro , del que recoge el privilegio de la plenitud física, En el ciclo sefirótico, el Noun corresponde a Gueburah, del cual hereda la energía reproductora que aporta la fertilidad. En Gueburah coinciden las fuerzas que separan, y ese Séfira fue quien separó al hombre del Paraíso terrenal, y las fuerzas que unen, mediante la purificación. En el Noun actúan las que separan, creadoras de la individualidad. En el Tarot, el Noun está representado por la lámina nº 14, que lleva el nombre de la Templanza. En ella vemos a un ser alado con dos jarros, uno a nivel inferior en su mano derecha, que recoge los fluidos de otro que se derrama a nivel superior, empuñado por la mano izquierda, indicando así que la esencia espiritual pasa enteramente a los objetos materiales, a los que potencia y da realidad fantástica. Solve.
Resh:. Diremos, pues, que en el Reish la fuerza espiritual acumulada renace en forma de semilla productora de un nuevo universo.En el Reish, el hombre toma conciencia de la vida divina. El hombre, ha ido acumulando experiencias, ha adquirido virtudes que lo han acercado a la fuente primordial de la vida, pero es en el Reish cuando la divinidad penetra conscientemente en él como semilla productora de una forma de vivir que, a partir de ese punto, ha de ser radicalmente distinta. Si en la etapa anterior, la de Qof, el individuo descubría sus poderes, ahora le serán ofrecidas las circunstancias en las que utilizarlos. Al tercer día resucitó, dicen las sagradas escrituras: el Reish representa ese tercer día, en el tercer ciclo, en el que lo que parecía muerto resucita, en el que todo cobra una nueva vitalidad. El Reish es la resurrección de la espiritualidad, manifestándose como la semilla que redimirá el mundo, es decir, nuestro pequeño mundo personal. La fuerza regeneradora del Reish rendirá caducos los valores por los que se guiaba nuestra vida y entronizará un nuevo sistema de valores. Aquí, el hombre profano baja a la tumba y resucita de ella la personalidad sagrada. En las antiguas escuelas iniciáticas, el Reish significaba la etapa del gabinete de reflexión, donde se encerraba el neófito, se le despojaba de sus metales y se le invitaba a renacer en un mundo en el que sus monedas ya no tenían curso.En el Tarot, el Reish está representado por la lámina nº 20, que lleva el nombre del Juicio. En ella vemos cómo un Ángel toca la trompeta y tres muertos salen de sus tumbas, expresando así el proceso que acabamos de mencionar. Es el Coagula.
Yod final: es la expresión final en el mundo físico de os conceptos anteriores. La Obra realizada. Es La piedra rectificada.

Eugene Canseliet, discípulo de Fulcanelli, en la introducción a la tercera Edición de Las Moradas Filosofales, dice abiertamente que en este libro se otorga la Clave cuando se nos habla del Fuego, del cual Canseliet arguye que éste nada tiene que ver con el de los sopladores:
“El filósofo o alquimista y el soplador o espagirista utilizan un fuego muy diferente; éste elemental y producido por los combustibles ordinarios, y aquél, filosófico, y nacido de la inagotable fuente celeste”

Si el Fuego Secreto es la sustancia que da vida, gran razón tienen aquellos de nuestros Hermanos que dicen que esta serpiente calorífica se hallaría en la Sal. De allí que debamos saber a qué sal nos referimos, cuestión que la dejamos al estudio de nuestros lectores. Tomese en cuenta que la sal es el cuerpo, el fuego secreto es un agente interno en este caso. Pero también es una energía radiante que proviene del exterior.

Tan desconcertante en cuanto a su identidad como Fulcanelli, lo es Kamala Jnana, seudónimo de otro francés del siglo XX. Su obra es de gran interés, ya que al teóricamente se presenta menos oscura que la del primero. Pero simpleza teórica no significa facilidad práctica.
Este autor asimila Fuego Secreto a Quinto Fuego, el cual define en su Dictionnaire de Philosophie Alchimique como "fuego secreto energético que conduce a todo el magisterio".(*2) Deben relacionarse ambos conceptos con el del Agente Primordial, que Kamala Jnana aprecia como la "sal" de los filósofos, capaz de realizar toda la Obra, siempre que sea bien manejada por el Artista.
¿De dónde proviene este Fuego? Indudablemente de Dios, pero puede hallarse en algunas materias con más facilidad que en otras (*3). Aquí reside el arcano. Descubrir cuáles son esas materias de donde podemos extraer el Fuego Secreto es la labor del Hijo de Hermes, quien al obtener un buen resultado podrá contemplar la fuente de toda Luz, aquella que es velada para la mayoría. Por ello el conocimiento alquimista no es un mero saber, sino que la Joya que coronará al verdadero Artista.

Johann Georg Gichtel nos ilumina el camino con respecto a este tema:

La alquimia y su trabajo práctico de laboratorio tenían como objetivo descubrir la corriente de energía vital para iluminar lo oscuro, lo enfermo y lo inconsciente y “conducirla hacia la luz”. Los grandes alquimistas como Paracelso alcanzaron el discernimiento y transcribieron su sabiduría en forma de remedios prácticos, es decir en elixires especiales obtenidos de metales, gemas y plantas. Esta “energía vital” está íntimamente conectada a la "luz de los siete planetas". Los siete planetas fueron agregados a los cinco ya conocidos en aquel tiempo: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, el Sol y la Luna. Todo sobre la Tierra emerge de los rayos o energía de estos planetas. Como en un prisma, los planetas dividen la “luz divina de la creación” en siete cualidades. Estas crean los cuatro elementos: tierra, agua, fuego y aire (así como al quinto, el elemento secreto y sagrado, el éter) y los tres principios alquímicos básicos: Sal, Azufre y Mercurio (simplificados corresponden al cuerpo, al alma y al espíritu). Los metales, los minerales, las gemas, las plantas, los animales y también el hombre se originan a través de varias combinaciones de las siete energías planetarias, los cuatro elementos y los tres principios básicos. La “mezcla” predominante determina lo que emergerá y qué clase de carácter tendrá.
La estética barroca del siglo XVII favorece la irrupción de un discurso filosófico que privilegia su gusto por la metamorfosis y la emblemática de la alquimia espiritual, especialmente en Alemania. Antes, durante el Renacimiento de los siglos XV y XVI, se cristaliza el esoterismo (hermetismo, Kabbala cristiana, magia natural y paracelsismo), pero luego se ve acechado por las instituciones oficiales eclesiásticas, el poder secular y la Universidad. Las hogueras condenan a lo esotérico a la marginalidad. Sin embargo, consigue mantenerse pero adoptando otras vías de expresión. Afortunadamente, los logros del Renacimiento no se perderán. La evolución de las diferentes ramas del esoterismo se sintetizará en dos niveles: en primer lugar, a través de la afirmación de la teosofía y de la “Naturphilosophie”, o de las corrientes masónicas y francmasónicas; en segundo lugar, a través de la literatura hermética, la Kabbala y la tradición greco-egipcia. Lo oculto y las diversas manifestaciones del misterio se verán reflejados en las “gothic stories” de finales del siglo XVIII y en las narraciones fantásticas del siglo siguiente.
La teosofía o “sabiduría de Dios”, se perfila en el siglo XVII con el surgimiento del pensamiento de Jakob Böhme, cuya obra sirve de punto de partida para el desarrollo de esta corriente en los siglos siguientes. Pretende ser una aproximación intelectual y especulativa a los principios que unen la divinidad, la naturaleza y el hombre, fundada en una hermenéutica esotérica instruida por la teoría de las correspondencias y las homologías: todo es analogía u homología en la Creación y cada parcela del Universo está en estrecha relación con la luz divina.
Las enseñanzas alquímicas incluyen un modelo de desarrollo tanto para los materiales como para el ser humano: desde la oscuridad, hacia la luz y la sabiduría. Esto está comprendido en los “chakras” y sus tres niveles energéticos: Nigredo, Albedo y Rubedo con diferentes grados de curación corporal, mental y espiritual, de maduración interna y desarrollo de la conciencia. En el modelo de chakras alquímico cada uno de los siete planetas envía a la Tierra “tres cualidades de energía” diferentes, que corresponden, en términos simples, a la vibración del cuerpo, del alma y del espíritu de cada planeta (en la alquimia: sal, azufre y mercurio). Cada una de estas tres cualidades de cada planeta puede encontrar resonancia dentro de los chakras de un ser humano y así se originan los tres niveles diferentes de vibración:

            - Nigredo (negrura): vibración de la sal (= cuerpo), corresponde a los planetas de nivel más bajo. Sustenta los procesos de solidificación.

- Albedo (blancura): vibración del azufre (= alma), sustenta los procesos disolutivos y distributivos.

            - Rubedo (lo rojo): vibración del mercurio (= espíritu, el más alto nivel. Sustenta los procesos de regulación y armonización.

Johann Georg Gichtel, discípulo de Böhme, fue un místico alemán nacido en Regensburg. Es el autor de una de las ilustraciones alquímicas de los chakras más famosa. Los chakras son los “sellos de los planetas”: la imagen muestra a un hombre terreno, natural y siniestro entre las estrellas y los elementos y refleja cómo la rueda de los planetas en siete sellos diabólicos se superpone sobre el alma. Gichtel dispone los siete planetas clásicos sobre el cuerpo humano y correlaciona a cada uno de ellos con los siete vicios o pecados capitales. Con esto, Gichtel quiso demostrar las circunstancias bajo las cuales evocan los planetas aspectos negativos en el hombre: el chakra base resuena con la vibración-sal de la Luna, el chakra esplénico con la vibración mercurial más baja, el chakra del plexo solar con la de Venus, el chackra del corazón con la vibración-sal del Sol, el chakra laríngeo con Marte, el chakra del entrecejo con Júpiter y el chakra coronario con la vibración-sal de Saturno. Cuando predominan en el hombre las vibraciones de sal oscuras de los planetas (Nigredo), la capacidad de autorreflexión no es muy elevada. Esta personalidad es fácil de manipular, olvidadiza e inescrupulosa, dado que su mundo está condicionado por sus propias necesidades y deseos. Sus patrones emocionales son simples. Todas las personas pueden ser confinadas a la fase Nigredo un tiempo: todo está detenido y endurecido, nada se mueve: aparecen las enfermedades sedimentarias: endurecimiento, rigidez de los miembros (arteriosclerosis). Una transformación alquímica permanente se inicia por medio de la intensificación del fuego, del azufre, de las emociones y del fortalecimiento de la razón. Con la ayuda de esencias alquímicas se puede sustentar un cambio. En la ilustración de Gichtel se da una indicación de la forma en que los planetas pueden actuar positivamente y de cómo los vicios pueden transformarse en virtudes, sería la forma de salir de la “negrura” para ir hacia el camino de Albedo: es la espiral marcada que conecta todos los sellos de los chakras. Dependiendo de lo que se considere como origen de esta nueva secuencia: el corazón o la corteza, tendremos el “sendero del corazón” o el “sendero del místico” respectivamente.




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